Cuando queremos, lo que queremos es que el otro también quiera. Por más que uno quiera, y quiera que el otro quiera, las cosas serán cuando deban ser. Uno puede querer que el otro quiera pero no puede obligarlo a querer. Hay que aprender a aceptar aunque duela que siempre será lo que tiene que ser.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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